La exposición itinerante es una delicia para los amantes de la obra de Akira Toriyama.
Cuando pensamos en Dragon Ball normalmente recordamos batallas trepidantes, cambios de colores del pelo, androides malignos o la canción de Uranai Baba. Pero pocas veces relacionamos a la ciencia con la caricatura, a pesar de que muchos de los personajes son científicos, como Bulma, el Doctor Brief o todos los enemigos de Goku con doctorado en ingeniería, como el Doctor Maki Gero, el Doctor Myu o el Doctor Wheelo.
Intentando cambiar la impresión de que Dragon Ball son sólo golpes y más golpes, es que se decidió dar forma a una exposición itinerante que busca acercar a los miles de fans de la serie a la ciencia. Hasta el momento Dragon Ball meets de Science, nombre de la muestra, ha recorrido algunas ciudades de Asia con gran éxito.
Recientemente la exposición terminó su estancia en Taiwán, donde atrajo a legiones de admiradores de la serie de todas las edades, quienes buscaban saber la base teórica de los viajes en el tiempo de Trunks, una explicación real de como la corporación cápsula miniaturiza sus vehículos, cuantos años luz de distancia existen entre la Tierra y Namekusei o, el gran misterio del universo, cuanto gasta Goku en fijadores para el pelo.
Lamentablemente, los asistentes tuvieron que conformarse con cumplir algunos de los sueños de todo niño de los noventa: subirse a la nube voladora (mientras se miden sus ondas cerebrales), echar un vistazo a ilusiones ópticas mientras se trepa la Torre Karin, o aprender a lanzar una Kamehameha en contra de un esbirro de la Patrulla Roja.
Por si están pensando darse una vuelta por Japón, podrán ver la exposición en Tokio a partir del 29 de abril y hasta el 10 de mayo. Es curioso comprobar que aquí en México tuvimos un Doctor Goku antes que en Japón, aunque el de aquí es médico y no científico.
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