Hace dos años Musk casi acepta una propuesta de Google, ante las bajas ventas de sus autos eléctricos.
A mediados de marzo del 2013, Tesla Motors se encontraba en uno de los momentos más difíciles de su corta historia. La compañía estaba casi en bancarrota, debido a que sus autos eléctricos no se estaban vendiendo como esperaban y tenían montones de gastos por el desarrollo de su tecnología. De acuerdo con el libro próximo a publicarse Elon Musk: Tesla, SpaceX, and the Quest for a Fantastic Future, en ese momento el CEO y fundador de la compañía, Elon Musk, pensó seriamente en vender la empresa a Google.
En un acto desesperado, Elon Musk buscó personalmente a su amigo Larry Page, CEO y cofundador de Google, a quien le sugirió comprar Tesla Motors. Aparentemente, despues de conversar con Musk, Page quedó convencido y había aceptado todas las condiciones propuestas para adquirir Tesla Motors, incluyendo absorber las deudas de la compañía y mantener a Musk a cargo de la empresa automotriz por lo menos durante 8 años. Si se concretaba el proyecto, Google hubiera sido la dueña de los en ese entonces nuevos Tesla Model S.
De acuerdo con el texto, las negociaciones llegaron a puntos extremadamente avanzados. Larry Page había aceptado pagar una cifra cercana a los 6 mil millones de dólares y Google se había comprometido a destinar 5,000 millones de dólares como parte del capital necesario para expandir las fábricas de Tesla.
Para inicios de mayo del 2013, los abogados de las dos compañías estaban ultimando detalles para formalizar la compra, cuando el 8 de mayo, Tesla Motors recibió el primer reporte de ganancias trimestrales de ese año. Cuando finalmente el reporte se hizo público, el sector financiero se conmocionó, debido a que la compañía reportó una demanda de vehículos mayor a la esperada para su Model S. Ese momento marcó el inicio de un cambio de tendencia para la empresa automotriz, comenzando su espiral ascendente y un incremento considerable de inversionistas que apuntalaron el proyecto de Elon Musk.
Los números positivos de Tesla Motors no fueron fortuitos. Meses antes de comenzar a negociar con Google, Elon Musk reunió a los empleados de todos los departamentos de su compañía, incluida la sección de finanzas, ingeniería y diseño, y les obligó a tomar el teléfono y convencer a todos aquellos clientes que hubieran formalizado una reserva del Model S de que tenían que seguir adelante y adquirir el vehículo. Además, Musk despidió a casi todos los ejecutivos senior para ascender a empleados jóvenes deseosos de demostrar sus capacidades de trabajo.
Con las ganancias inesperadas, Tesla Motors pagó sus deudas con el Departamento de Energía y otros acreedores en pocos meses. Musk rompió el acuerdo con Google poco después.
Actualmente se rumora que Apple está interesada en adquirir la empresa de Musk para consolidar su rumorado proyecto de fabricar sus propios autos eléctricos, aunque, de concretarse, tendría que pagar más de diez veces lo que planeaba pagar Google hace dos años, debido a que la compañía actualmente esta valuada en 75 mil millones de dólares.
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